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El claro pensamiento razonable (CPR)

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Sumario

    El sumario del capítulo:

    02-02-01) CPR es necesario para lograr PI continuas.

    02-02-02) Liberación de las palabras-parásitos. El ejemplo de la palabra-parásito “utilidad”.

    02-02-03) Los principios de la elaboración de las significaciones de palabras.

    02-02-04) La utilización de las palabras; ejemplos de la determinación y la eliminación.

    02-02-05) Cuatro etapas del logro de la PI–claridad.

     

    02-02-01) El logro de CPR es uno de los deseos alegres que aparecen durante la eliminación de EN. Además, es necesario para la manifestación estable de PI, incluso la experimentación de la claridad. Si piensas conceptualmente, utilizando las palabras que no significan los conjuntos concretos de percepciones, entonces no tienes la distinción clara de las percepciones, no puedes separar las percepciones en deseables y no-deseables, los fuertes deseos alegres no podrán manifestarse y los cambios no pasarán.

    Una persona que aspira hacia CPR, tropezando con argumentos a favor de uno u otro punto de vista y examinándoles o no, dependiendo de la presencia del deseo alegre en este mismo momento, elimina las EN que aparecen. Una persona torpe experimenta y manifiesta la indignación, la agresión, el deseo irresistible de replicar y el aislamiento.

    Una persona que aspira hacia CPR, experimenta interés hacia el inventario de sus concepciones, manifiesta iniciativa en este trabajo, examina rigurosamente sus puntos de vista con motivo de la suficiencia de su argumentación.

    Pregunta a una persona ordinaria sobre cualquier cosa y no escucharás una respuesta tal como “tengo que pensar” o “no poseo suficiente información para tener un punto de vista argumentado” o “pensé en esto, pero no lo entendí” o, por lo menos, “ahora mismo me parece que…porque poseo cierta información”. Escucharás un punto de vista preparado y categórico sobre cualquier cuestión, desde la presencia de vida en el Marte hasta la eficacia de tricomoniasis en la lucha contra dorífora y hasta las cuestiones sobre el sentido de la vida. Si pruebas discutir su opinión, y encima presentas argumentos, tropezarás con una AN brillante.

    La gente siempre “sabe” todo y el conjunto de estas ideas constituye el mundo en que vive. No es fácil destruir las concepciones, ya que cada una es el apoyo ilusorio para la satisfacción, la tranquilidad, la agresión y otras reacciones habituales. La destrucción de las concepciones es parecida a una media deshilachada – es bastante hacer un agujero y desde aquí empiezan a crearse numerosas grietas por todo el conjunto de ciertas ideas que suscitan un miedo salvaje, ya que ¡se derrumba el mundo! A la gente le da un gran miedo pensar sincera y consecuentemente, porque entonces tendrán que despedirse de todos los dogmas y “los conocimientos exactos” y quedarse sólo con unos puntos de vista más o menos argumentados que pueden cambiarse en cualquier momento si aparece una importante información adicional. El mundo deja de ser firme y determinado, se convierte en un enigma en torno en el que está construido un sistema cambiadizo de ideas que se basan en las observaciones y te sientes a ti mismo como si hubieras sido expulsado de una cómoda camita. Sólo liberándote de las concepciones, entiendes que no era una cómoda camita sino una tumba oscura.

    La mayoría de la gente tiene pereza al pensar en esto, no tienen el deseo de la claridad, sólo quieren obtener una dosis seguida de la droga (la tele, la comida, el orgasmo o una riña), emborracharse de cerveza y caer en la inexistencia hasta la mañana siguiente cuando, gracias a Dios, no habrá tiempo para pensar, habrá que levantarse y correr al colegio/ instituto/ trabajo. De este modo la gente desarrolla la estupidez y la torpeza. La estupidez es la incapacidad de razonar consecuentemente – faltan la concentración y los hábitos. La torpeza consiste en la falta estable del deseo de razonar (incluso sobre un tema que a esta persona le gusta hablar), que está acompañada por una posición agresiva-defensiva, por una explosión de EN y por las frases de “ahora no estoy para razonar”, “tú mismo no razonas, sino que manipulas las palabras”, “todos me entienden, sólo tú por algún motivo no quieres”, etcétera. Si una persona torpe está de acuerdo con el transcurso de tus razonamientos, no es porque alcanzó la claridad, sino para evitar una situación conflictiva y es fácil revelar analizando sus acciones siguientes.

    Está divulgada la opinión de que la vida es complicada y confusa y es casi imposible entenderla. Y si vas a una biblioteca y abres un libro de un filósofo famoso, ¿qué ves? Mónada, inmanencia, constructos, justicia, conciencia, subconciencia, sobreconciencia, emanación, Dios, bien, utilidad, mal…- la bacanal terminológica. Los términos se amontan uno sobre otro sin ninguna determinación clara – qué conjunto concreto de las percepciones significan uno u otro término.

    Una persona que aspira hacia CPR, primeramente fija una percepción o un conjunto de percepciones y luego lo determina con un término concreto. Una persona torpe utiliza los términos sin pensar qué conjuntos concretos de percepciones denomina con ellos. A fin de cuentas resulta ser una bazofia, una confusión desesperada que se llama “obras de filósofos”, un convencimiento universal de que las leyes del desarrollo de la vida psíquica son diabólicamente confusas. Pero en la realidad no es así. Son excepcionalmente fáciles. La gente se pierde en un llano porque cree en la inevitabilidad del perderse y las “guías” (los libros de psicología, de esotérica y de filosofía) le enmarañan más. Pero le da miedo empezar a razonar por sí misma, apoyándose sólo en el análisis de las percepciones que tiene – ¿cómo es pensar por sí mismo? ¿Puede ser que estas personas de gran inteligencia no llegaran a la compresión clara sí sería tan fácil? ¿Puede ser que yo sea tan inteligente y ellos sean tan torpes? Sí, ellos son tan torpes. No acertaron a encontrar el camino, pero tú puedes encontrarlo, porque por lo menos estás leyendo este libro que es la guía hacia la conciencia Clara. Tienes una oportunidad y cómo vas a aprovecharla – depende sólo de ti.

    De este modo en el camino hacia CPR es necesario buscar los argumentos para las opiniones. Parece que es una banalidad. Ya que está claro por todos que si expones tu opinión, tiene que ser argumentada. Pero todos se consideran a sí mismos personas de buen juicio y empezar a realizar tal trabajo significa reconocerse a sí mismo una persona que no sabe las cosas “elementales”. He aquí Vasya sabe qué es “violencia” y si preguntas a Tanya – te contestará qué es “bueno”, y yo – ¿soy más torpe o qué? Hablé con muchos pensadores profesionales – con matemáticos, físicos, economistas, juristas, filósofos, psicólogos, etcétera. Parece que tienen que saber más que nadie. Ellos tienen que llevar la bandera del pensamiento claro. Pero la paradoja consiste en que “los pensadores” se ponen furiosos y se enfadan cuando les hacen las preguntas parecidas a las que hago aquí – “¿por qué el marido tiene la culpa si dejó a su mujer? o “¿qué es la justicia?”. Y esto – porque no tienen nada de pensadores, solo siguen el carril de la inteligencia habitual, como toda otra gente.

     

    Toma cualquier libro de un pensador conocido. ¿Quién te gusta más? ¿Heidegger? ¿Hegel? ¿José Ortega y Gasset? ¿Kant? ¿Schopenhauer? ¿Puedes encontrar allí por lo menos un párrafo sin las palabras macabras tales como “inmanencia” o “trascendencia”? Busca estos términos en un diccionario filosófico donde expliquen estos términos. ¡Es una silla eléctrica de verdad! Sientes un choque del torrente de palabras sin sentido. Por supuesto, si quieres pasar un examen de filosofía, no digas a tu profesor que no entiendes las palabras “inmanencia” o “trascendencia”, y que no te aclara nada la siguiente explicación del libro del curso: “inmanente es lo que se guarda y que da en el interior de un fenómeno, un objeto o un proceso” y “trascendente es lo que está más allá de los límites de cualquier conocimiento posible, lo que está fuera de los límites de la experiencia”, ya que no tienes las percepciones de “da en el interior” ofuera de los límites de la experiencia”, – porque entonces te espera el juicio de que “eres torpe y no tienes perspectivas”. Sabes ¿qué es “la noción trascendente”? Son “las nociones más generales” – “el bien, la verdad, el existente”, etcétera. En lugar de denominar estas palabras como sin sentido, es decir, que no significan ningún conjunto concreto de las percepciones, y dejar de utilizarlas, les denominaron como “más generales” y para quitar la costumbre de reflexionar, clavaron en su cerebro el término “trascendente”. ¡Mira – con que respeto tratan “la filosofía” y “la esotérica”! Si ves una mezcla absurda de las palabras incomprensibles, entonces en lugar de preguntar “¿dónde están las determinaciones comprensibles de estos términos?”, cierras el libro con el pensamiento: “sí…es un gigante…yo no lo entenderé…”. En un libro de física también hay muchas palabras incomprensibles, pero la física se basa en las deducciones lógicas y en los análisis de observaciones, y allí cada término que se usa está obligatoriamente determinado – si no en este mismo libro, entonces en un anterior. Imagínate la siguiente frase en un libro de física: “átomo – es cuando una sustancia se presenta delante de nosotros como es, con la calidad que se le da en el anterior”. ¿Es absurdo? Pero en la filosofía la oscuridad en los razonamientos se convirtió en la regla y está establecido como la ley de la naturaleza.

    Nos hemos cubierto de moho, de la sarna de las concepciones innumerables que se basan en estos términos y todo esto ahoga el CPR y PI.

    02-02-02) La limpieza de las palabras-parásito es necesaria para alcanzar CPR, ya que la utilización de las palabras que no signifiquen un conjunto concreto de las percepciones es incompatiblemente con CPR. Imagínate a un ingeniero que hace uso de los símbolos el sentido de los cuales no le conoce. Nunca va a construir algo.

    La eliminación de las palabras-parásito puede acompañarse por la lástima, el sentido de una pérdida, ya que su expulsión del pensamiento lleva a la imposibilidad de mantener las concepciones que incluyen estas palabras como una de sus partes integrantes. Además, la utilización de las palabras con un sentido desconocido da la posibilidad de jugar con ellas, de encontrar unas contradicciones infinitas, de enredarse en razonamientos, y todo esto da las impresiones de que ahora pierdes. El trabajo con las palabras-parásito examinaré más precisamente en los párrafos siguientes, y ahora voy a dar un ejemplo del examen de la palabra “utilidad”.

    Esta noción se puede analizar en dos aspectos – como el provecho “en general” y como el provecho en los límites de un determinado proceso examinado. La gente utiliza este término en ambos casos.

     

    Hablando del provecho en general, suponemos que un proceso puede ser terminado definitivamente y sin consecuencias. Pero cada evento siempre tiene consecuencias sobre el que no podemos enterarnos, por eso la noción de “el provecho en general” no tiene sentido. Es facilísimo, por eso sólo voy a dar un par de ejemplos.

    Por ejemplo, he ganado mucho dinero y considero que esto está “bien”, que es “provechoso”, ya que puedo gastarlo en varias cosas “provechosas” y agradables. Pero esto no es así. Si compro una casa o voy de viaje, lo regalo o lo pongo en una cuenta bancaria, esto cambiará inevitablemente el curso de la vida y nacerán eventos posteriores. Diciendo que ganar mucho dinero es “provechoso”, suponemos que los eventos posteriores serán excepcionalmente agradables, deseables o, por lo menos, su agradabilidad será más grande que la de la situación si no ganara este dinero. Si fuera así, entonces cualquier evento “provechoso en general” sería un medio para mejorar irreversiblemente la vida. Si el dinero es “provechoso en general”, los ricos serían más felices que los pobres. No hay que ser perspicaz para ver que eso no es así. El cambio del modo de vivir no cambia sus cualidades – unas preocupaciones y sufrimientos se sustituyen por otros, y a menudo por los más grandes.

    Otro ejemplo – empecé a correr y a nadar, mi cuerpo se hizo fuerte y la salud – más estable, tengo más fuerzas. Cualquier persona dirá que estos cambios son “provechosos”, pero con todo eso esto no es correcto. Si fuera así, la gente con la salud estable sería más feliz que la gente expuesta a enfermedades. Es evidente que esto no es así. Fue a correr al bosque y se rompió la pierna. Se hizo más enérgico, montó su propia empresa y fracasó. Se hizo más sano, fue de viaje a India y cogió el tifus. Fue a correr en el bosque y no fue al cine y no se encontró con la chica con que se sentía tan bien, etcétera. Nunca sabemos, qué consecuencias nos llevarán a una u otra circunstancia. Si he encontrado dinero – esto es “un provecho”. He montado un negocio y he fracasado – esto es “un mal”. Desesperándome, he ido al bosque para ahorcarme y he encontrado a una chica – esto es “bien sin embargo”. La chica resultó ser una zorra – “empecé todo con ella en vano”. Pero su padre resultó ser un hombre grande y me admitió a su cátedra – entonces “todo fue para mejor”. Pero como científico no valgo para nada y me expulsaron de la cátedra – esto está “mal”. Menospreciando la ciencia, descubrí que experimento placer por algo más – está “bien”, etcétera – y el círculo vicioso de los eventos es infinito y no existe ni uno que pueda dar obviamente la felicidad, ya que la felicidad no consiste en qué y cómo todo está organizado en tu alrededor, sino en la experimentación de las percepciones que te gustan.

    No existe ningún tipo de “utilidad” cuando intentamos definirlo en los límites determinados.

    Vamos a examinar “la utilidad para la salud”. Si estás enfermo, entonces se considera “útil” tomar las medicinas recetadas por un doctor. Yo mismo tomaré una medicina si me pongo enfermo, porque considero que ésto aumentará la oportunidad de curación. Pero no es correcto considerarlo “útil para la salud”, ya que significa que posees la información absolutamente completa y fidedigna sobre cómo esta medicina influye en ti mismo en este mismo caso y si existen consecuencias indeseables. Tal información no existe y nunca existirá. El Paracetamol se consideró durante muchos años un medio eficaz contra las enfermedades ocasionadas por resfriados y sólo hace poco se esclareció que influye negativamente en el hígado. El apéndice y las amígdalas se consideraron durante mucho tiempo partes inútiles del cuerpo y empezaron a extirparlas a los niños de antemano. Luego revelaron que ambas cosas cumplen un papel importante en el sistema inmune. Ninguna medicina se conoce totalmente. Una corporación farmacéutica gigante puede producir una medicina durante muchos años, distribuyéndola por todo el mundo, después de revelarse que provoca desarrollo de cáncer. Y estos ejemplos existen en abundancia. Pero ésto no cambia nada – tomas aspirina cuando tienes fiebre y levomecitín cuando tienes disentería – has elegido hacerlo y obtienes un resultado que a ti te viene bien, pero no se sabe si es “útil” o no, ya que la palabra “utilidad” significa “un bien” y qué es bien para el cuerpo en este mismo caso y cómo medirlo – no está claro. Un cuerpo al que jaropean, pierde la capacidad de resistencia autónoma y requiere más medicinas y más a menudo, y cuando tienes fiebre, tienes que elegir – bajarla con antibióticos (que bajan también la inmunidad, envenenan el estómago y atacan el hígado) o salir a duras penas por sí mismo (y arriesgar tener una complicación y estar enfermo más tiempo). Una persona normal toma la decisión según lo que conceptualmente considera “útil”. Una persona que eliminó la concepción de “utilidad” toma en consideración toda la información accesible y actuará en adecuación con el deseo alegre. Por efecto de tal política se revela que lo que denominamos “el cuerpo físico” no es un tronco torpe e incapaz que necesita que le cuiden como una madre loca cuida a su hijo, limitando cada acción. Siguiendo los deseos alegres abres un mundo nuevo de sentimientos asombrosamente agradables que resuenan con PI.

    Vamos a examinar “la utilidad para el negocio”. Seguramente “está claro” para todos que es “provechoso” tener ganancia en un negocio. Pero la estadística dice que 80% de los fracasos tienen como resultado el crecimiento de la compañía, ya que se convierte en un rehén de su desarrollo: la compañía pequeña tenía su nicho, pero una grande puede fracasar en encontrar el suyo. Los jefes que comprenden el asunto en pequeña escala, pueden no entenderlo en la grande. Es necesario cambiar la estructura del negocio, emplear gente nueva, ampliar la oficina de contabilidad, pasar a un nuevo esquema fiscal, alquilar un local nuevo, luchar con nuevos competidores más poderosos. Surgirá la cuestión de la administración, la burocracia, etcétera, etcétera – lo que esperaban y lo que ni imaginaban, pero el camino de vuelta no existe. También los jefes pueden sólo dormirse en los laureles, por lo que la compañía pronto se arruinará.

    No existe “la utilidad para un asunto”, ya que hablando sobre“la utilidad para un asunto”, sobrentendemos que después de que “la utilidad” tenga lugar, este “asunto” siempre será en una condición “mejor”, lo cual la experiencia desmiente. Cualquier acción que consideramos “útil” lleva consigo un montón de consecuencias y hablando sobre su “utilidad”, pretendemos de este modo que todos los siguientes eventos serán “útiles” también. Es decir, si mi compañía ganó mucho dinero, entonces, según esta lógica, ésto llevará al desarrollo inevitable de la compañía independientemente de nada. Y ¿cómo se puede denominar algo “útil”, si a fin de cuentas lleva a algo que sólo Dios sabe?

    Ahora vamos a examinar la utilidad en los límites de un intervalo concreto del tiempo. Se puede decir que yo no sé cómo van a salir las cosas en el futuro, pero sé que de momento es “útil” para la compañía ganar más dinero, por eso no voy a tratar un tema complicado, sino que voy a hacer lo que va a llevar a mi compañía ganancia ahora mismo. El dinero en la cuenta bancaria crecerá, aumentará la solvencia y el rating, se afianzará la confianza de los consumidores, aumentará el precio de las acciones y todo esto es el criterio de lo que la operación dada era “útil”. Haciendo una acción “que es útil ahora” por otra acción “que es útil ahora”, llevaré a la compañía al desarrollo y a la prosperidad. Y accionan precisamente así – determinan los criterios de “la utilidad” y realizan acciones, olvidando que los criterios son sólo las herramientas que permiten establecer la conformidad de la acción dada y de la concepción universalmente admitida de “la utilidad”, pero estas concepciones no son algo enteramente verdadero, están moviéndose perpetuamente. Un modelo de la eficacia económica sustituye a otra, así que aquí tampoco hay “la utilidad” – sólo hay la realización de acciones dirigidas al logro de los objetivos determinados.

    La posición de una persona que está libre de la concepción de “la utilidad” es siguiente: quiero alcanzar un objetivo, tomo en la consideración una información, quiero realizar ciertas acciones. Tal posición garantiza la flexibilidad absoluta, la claridad en los deseos alegres, la oportunidad de seguirlos y la libertad de las acciones mecánicas y tétricas.

     

    02-02-03) Utilizamos las palabras, el sentido de las cuales es muy difuso, por efecto de que sólo a veces aparece la comprensión mutua y la comprensión de sí mismo. No quiero intentar atribuir a las palabras un sentido absolutamente exacto, ya que ésto a) es imposible en principio por efecto de la convencionalidad de cualquier límite, b) no es necesario para mis objetivos. Sólo quiero precisar los sentidos de las palabras tanto, cuanto ésto permite realizar mis deseos, tales como el deseo de la claridad, el deseo del intercambio de la experiencia con otros practicantes, etcétera. A medida que la lengua “de pájaros” cede el lugar a la lengua que refleja más precisamente las percepciones, surge el deseo de seguir realizando la depuración de la lengua.

    Un método de elaboración de los sentidos de términos:

    1) Doy a un término la determinación.

    2) Hago una o dos decenas de combinaciones de palabras en que antes utilizaba este término.

    3) Sustituyo este término por mi determinación y miro – ¿si el sentido de la frase es tal como quería y está expresado bastante exactamente?

    4) Si en la mayoría de los casos el sentido se hace más exacto, entonces considero que la utilización del término en el sentido dado es racional. En el resto de la minoría de las frases, el sentido de que se convirtió en el menos exacto, voy a utilizar otros términos.

    Mira los ejemplos más adelante. Puede surgir la cuestión ¿cómo determino, por ejemplo, la palabra “argumento”, utilizando las palabras que no están todavía determinadas como “resultado” u “observación”? Es decir, ¿determino por medio de algo no determinado? No practico matemáticas ni física, sino realizo una disciplina práctica – la ingeniería de las percepciones. No tengo el deseo de sostener la tesis, obtener un premio o convertirme en un “científico”, por eso no me interesa el logro de los objetivos abstractos, la solución de los problemas abstractos, la creación de unas teorías preciosas o sistemas de axiomas. Me interesa sólo un problema concreto – la obtención de la satisfacción más y más grande, incluso la satisfacción de la claridad, y logro la satisfacción cuando empiezo a utilizar la palabra que por efecto de mis exámenes obtuvo un carácter mucho más concreto. Aquí pongo énfasis – no el carácter “completamente”, ni “absolutamente”, sino “mucho más” concreto. La gente que parece que busca “la claridad absoluta” y menosprecia los pasos concretos para alcanzar la intermedia claridad más y más grande, a fin de cuentas se queda desesperadamente torpe como la gente que no quiere eliminar EN y está “buscando” “la lucidez absoluta” y a fin de cuentas se convierte en una burbuja hostil de biomasa supuratoria.

    Cuando he atribuido una definición al término y he empezado a utilizarlo, revelo que:

    a) Aparece una claridad mucho más grande, la exactitud en las expresiones, aumenta el grado de la comprensión mutua con el interlocutor, no necesito recurrir a las precisiones infinitas, ni dar las vueltas atrás, etcétera.

    b) Sale con más facilidad describir las percepciones, crear unos modelos no contradictorios, descubrir (!) y describir las correlaciones.

    c) Sale con más facilidad hacer el análisis y la síntesis, es decir, el proceso de la libre división de un fenómeno en un conjunto de elementos y el proceso de la revelación de las correlaciones entre ellos (lo que revela la influencia positiva de la claridad de la razón en la evolución de la conciencia discerniente).

    d) Obtengo más satisfacción del proceso del pensamiento, aparece la resonancia más precisa entre PCR y PI diferentes.

    e) Obtengo más satisfacción de tales consecuencias con la claridad que aparece como la capacidad de planear más precisamente y realizar los deseos alegres, lo que lleva a su manifestación, reforzamiento y evolución.

    f) El trabajo de la depuración de la lengua está en el curso de la práctica de “intensificación” – mire en la parte “La estrategia de la práctica eficaz”.

    Si guiándome por un argumento del carácter “académico”, empezara a determinar las palabras “yo”, “resultado”, “gustar”, “satisfacción”, a fin de cuentas no podría atribuir una definición a la palabra que sea más precisa que la que utilizo ahora, caería en el estupor, pero DE TODOS MODOS seguiría utilizando esta palabra en su antiguo sentido difuso, ya que mis deseos no desaparecerían, incluso los alegres (por ejemplo, el deseo de hablar), para la realización de los cuales tendría que utilizar estas palabras. Por eso me dirijo de la claridad menor a la mayor, de la satisfacción menor a la mayor. Por efecto de que atribuyo una definición más precisa a la palabra usada, obtengo un resultado deseado, a pesar de que esta definición consiste de unas palabras que no están determinadas exactamente. Si en el futuro surge el deseo de atribuir una definición a la palabra “resultado”, volveré a la definición de la palabra “argumento” y la corregiré o empezaré a entenderla con la claridad más grande. No podemos determinar precisamente incluso la palabra “silla”, ya que no existe ningún límite claro entre la silla y cualquier otra cosa – existen las sillas-puff o se puede hacer, por ejemplo, “una silla” que sea tan diferente de una superficie plana en cuatro patas que a nadie se le ocurriría la idea de llamarla “silla”. Pero con todo esto cuando pronunciamos la palabra “silla”, sobrentiendo una tabla horizontal en las patas, entendemos mucho más claramente sobre qué hablamos, que cuando hablamos sobre “designios de Dios”. La palabra “ropa” es mucho más comprensible que la palabra “cómodo”, cuando se utilizaba no sólo para la determinación de unos desagradables sentimientos físicos, sino en cualquier caso, por eso al determinar la palabra “cómodo” así como lo hago más adelante, he reducido el nivel de no-claridad de la palabra “cómodo” al nivel de no-claridad de la palabra “ropa”, que a mí me viene bien ahora, ya que no impide realizar los deseos alegres.

    En el proceso de la limpieza de la lengua aparecen, por supuesto, los obstáculos, por ejemplo:

    a) el estupor inicial – quieres “prescindir” el problema, aplazarlo para luego, ya que no quieres empezar a vigilar el lenguaje, aplicar los esfuerzos y salir de la torpeza, sino que quieres seguir la corriente habitual de uso de las palabras, no quieres intensificar tu atención, ya que tendrías que vigilar tus palabras constantemente.

    b) los pensamientos – escépticos, tales como

    *) “es un trabajo infinito” (este escéptico se disminuye a medida que el trabajo se empieza a realizar y más y más palabras obtienen un sentido más exacto y se empiezan a utilizar con su sentido nuevo y se hace claro, independientemente de cuándo se termine el trabajo, que ahora mismo obtengo los resultados deseables – empiezo a experimentar más satisfacción con este proceso, etcétera, lo que está enumerado más arriba).

    *) “no es posible lograr la claridad – de todos modos todo quedará difuso” (este escéptico también disminuye a medida que se realiza la práctica).

    *) “de todos modos otra gente no me entenderá, ya que no van a utilizar mis definiciones” (este escéptico no tiene razones, ya que el método de la elección de las definiciones sobrentiende que la gente con la que hablas va a entenderte igualmente, y no peor que antes, en adecuación con el nivel de claridad que posee con respecto a este término y si le explicas que lo sobrentiendes – tendrán la oportunidad de entenderte mejor).

     

    02-02-04) Algunas palabras tienen carácter 100% parasítico, es decir, expresan unas categorías morales que están privadas de algún sentido concreto. Tales palabras quiero eliminar absolutamente de mi lenguaje, por ejemplo, las palabras “mal” y “bien”. Utilizando esas palabras, la gente nunca sobrentiende nada concreto, sino que sólo expresan su actitud positiva o negativa. “Te has portado mal” – ¿qué puede significar esto? Que ¿yo quería que lo hicieras de otro modo? Que ¿perdí lo que quería tener? Que ¿ahora estoy experimentando el dolor físico? Que ¿empecé a experimentar unas u otras EN? Puede significar cualquier cosa – nadie piensa en esto.

    Otras palabras, aunque tienen sentido difuso y a menudo se usan irreflexivamente, pero a veces la gente sobrentiende en ellas algo concreto, aunque cada vez diferente – a algunas de estas palabras se las puede atribuir la precisión, si limitar su uso con un dominio – mire, por ejemplo, para la definición de la palabra “cómodo” limité el dominio de utilización de esta palabra con surgimiento de unas desagradables percepciones [físicas], en otras esferas encontraré otros términos y a fin de cuentas obtendré la libertad deseada de la confusión.

    Por supuesto, quiero eliminar totalmente de mi lenguaje las palabras-parásito clásicas (“p-parásitos”), los parásitos comunicativos (“c-parásitos”) y jerigonza, que sirven para EN.

    Con p-parásitos sobrentiendo todo el conjunto de complementos pegajosos: “bueno”, “como si”, “es decir”, “significa”, “alguno”, “en principio”, “sólo”, “un poco”, “en general”, incluyendo jerigonza pseudocientífica: “en realidad”, “en general”, “quisiera decir que”, “sí, pero”, “algo así”, “vamos a considerar que”, etcétera.

    Con c-parásitos sobrentiendo el conjunto de los complementos fonéticos pegajosos que no son palabras. Como regla, es difícil para una persona no sólo eliminarlos, sino revelarlos también. Muchos hocicos después de un año de la práctica intensiva pueden revelar con sorpresa que a pesar de todo el progreso en el desarrollo de su atención no se daban cuenta de que siempre utilizan los parásitos comunicativos.

    Ejemplos:

    *) una reduplicación leve del consonante inicial en la frase: “mmira, que voy a decir”

    *) el cubrimiento más fuerte que siempre de los ojos con párpados en el principio del pronunciar la frase.

    *) la apertura más grande que siempre de los ojos (el abrir de los ojos como platos)

    *) el dilatar de la vocal última entre las partes de la frase: “pienso queee hoy voy a…”.

    *) diferentes “eh” y “m” entre las frases.

    *) la lista de verdaderamente infinitos movimientos durante de la conversación – diferentes deformaciones de mímica, rascamientos ligeros, estiramientos, es decir, toda la diversidad de los movimientos con diferentes partes del cuerpo y otras cosas.

    Las palabras de jerigonza son las palabras que sustituyen las palabras habituales y que acompañan una u otra EN, que a fin de cuentas se compenetra tanto con la palabra que no se nota más. Por ejemplo, en lugar de la palabra “nombre” se puede decir “moto”, en lugar de “chica” – “piva”, en lugar de “comer” – “papear”, etcétera. Aquí también pertenecen innumerables “de puta madre”, “cojonudo”, “super”, etcétera.

     

    Las consecuencias negativas de la utilización de las palabras-parásito no se limitan con la torpeza e incapacidad de discernir las percepciones (un amante de la jerigonza escribió lo siguiente sobre su problema: “me cayó en el estupor después de intentar realizar la fijación diaria, reconocí que no sólo no discernía las percepciones, sino no sabía qué fijar. Todo se reúne en un torrente impetuoso, en un cenagal sin esperanza”). El problema consiste también en que CADA parásito está unido inevitablemente con una explosión de EN, a cual sirve y a cual apoya. Precisamente las EN son la causa de que la gente empezó a utilizar los parásitos, por eso la eliminación incondicional de los parásitos llevará a un ataque serio de la cola continua de las “pequeñas” explosiones de EN, que son responsables por el FN espeso, continuo, venenoso y a menudo invisible por su habitualidad.

    La eliminación de los parásitos lleva a un efecto brillante como el logro de la claridad más grande.

    La lista de los términos mire en el capítulo “Términos”.

    Los ejemplos de palabras que se van a la basura:

    “Utilidad”. No existe ningún modo para enterarse qué pasará en el futuro como la consecuencia de una acción que se considera útil, y algunas consecuencias podrás reconocer tú mismo como indeseables. A veces la palabra “útil” se usa en el sentido de “positivo” o “racional”, y justamente estos términos elijo para utilizar en los casos parecidos, porque por lo menos no se asocian muy rígidamente con las categorías morales, es decir, con las palabras que expresan un “bien” o “mal” absoluto. Los derivados también – a la basura: “útil”, “inútil” (aunque la palabra “inútil” suele significar no “mal en el sentido absoluto”, sino justamente vano, pero de todos modos me niego utilizar esta palabra para no nacer duplicados sin falta y para no revitalizar ni la sombra de este contagio tan penetrado – de la palabra “utilidad”).

    “Ayuda”. Esta palabra también se utiliza en el sentido de “bien” absoluto, y cuando una persona “ayuda”, piensa que realiza una acción “buena”. Si quiero cavar un hoyo y alguien viene y “ayuda”, esto significa que se ha marcado el objetivo de cavar un hoyo sólo porque yo lo estoy cavando. Con todo eso no le interesa si a lo mejor a mí me gusta cavarlo por mí mismo, o a lo mejor al contrario – es difícil para mí y al hacer la mitad empezaré a dudar – si lo quiero cavar de verdad o hago a mí mismo hacerlo por una concepción, etcétera. Además “la ayuda” apela a “una utilidad” abstracta.

    Por ejemplo, una persona quiere beber vodka y tú le quitas su botella, es decir, actúas contra sus deseos, pero también lo denominas “ayuda”. El ejército soviético en el año 1939 junto con los fascistas alemanes rompieron Polonia en dos partes, declararon la guerra a Finlandia, después de la guerra entraron en Hungría, Checoslovaquia, ocuparon Pribáltica y a todo esto llamaron “la ayuda”. Los denunciantes “ayudaron” al gobierno soviético a encarcelar a los disidentes, los comunistas soviéticos “ayudaron” a los pueblos-hermanos, apoyando los regímenes dictatorios en Yugoslavia y en Cuba y los chinos todavía “ayudan” al pueblo tibetano liberarse del veneno del budismo – la sangre de millón y medio de monjes tibetanos asesinados todavía no les satisfizo. La gente utiliza la palabra “ayuda” porque esta palabra no tiene un sentido claro y cualquier acción puede ser denominada “la ayuda”, intentando suscitar la actitud positiva hacia ti mismo, ya que existe la concepción de que “la ayuda – es buena”.

    Propongo utilizar la palabra “cooperación”. Está claro qué es “cooperación”. Una persona está haciendo algo, declara que lo hace y que lo quiere hacer y quiere obtener un resultado y tú, por tu lado, haces algo para que él pueda obtener este resultado. Aquí todo está bastante claro.

     

    “Hay que”. ¡El contagio de la suprema categoría! Los sinónimos también – a la basura: “tiene que”, “se debe [hacer algo]”, “merece la pena”, “verse obligado a”.

    “Interacción”. Con esta palabra se suelen sobrentender un conjunto vago de los modos posibles e imposibles del intercambio de información – es tan vago que no es posible utilizarlo. La eliminación de esta palabra no llevará a los problemas de la explicación, ya que cada modo posible de intercambio de información tiene su propio signo, si quieres es fácil agruparlos en clases y atribuir a estas clases sus propios signos y utilizarlos. Los sinónimos también – a la basura: “comunicación” (“nos hemos comunicado con él” – ¿cómo entenderlo? ¿Hemos hablado? ¿Hemos cruzado algunas palabras como “hola-adiós”? ¿Nos hemos follado? ¿Hemos intercambiado los resultados del examen de las concepciones? ¿Hemos intercambiado las miradas?…). El derivado es “comunicarse”.

    “Malo”. El antónimo también – a la basura: “bueno”. Lo mismo pasa con “apropiado”.

    “Funcional”. Suena demasiado pseudocientíficamente, es el sinónimo de la palabra “racional”.

    “Amigo”, “amistad”, “[persona] íntima”, “intimidad”. Las palabras absolutamente privadas de un sentido concreto. Parece que significan un grado máximamente vago de la lealtad de la gente del uno al otro, pero más de costumbre expresan sólo un hábito el uno al otro que está acompañado de ningún modo por la lealtad y la simpatía, sino a menudo por la hostilidad y el odio.

    “Neutral”. El sinónimo de la palabra “indiferente”.

    “Impresiones”. El sustituto del término “las emociones positivas”, por eso también va a la basura. Cuando una persona dice que obtiene impresiones de EN y de sufrimientos, significa que experimenta EN alternadas con EP. Por ejemplo, puede sufrir de celos e imaginar cuánto arrepentirá su novia cuando entienda – a quién cambió por este idiota, es decir, experimenta alegría maliciosa y deseos de vengar. Si dice que obtiene impresiones de ajedrez, significa que experimenta, por ejemplo, la presunción o ahoga la grisedad, etcétera.

    “Satisfacción” – un término que significa un espectro ancho de las percepciones desde EP hasta el placer sexual, por eso va a la basura si se usa fuera de un contexto concreto. Lo mismo pasa con “gustar”.

    “Es importante”. Significa una importancia especial, igual que la palabra “utilidad”. A la basura.

    “Razonablemente”. ¿Corresponde a la decencia? ¿Corresponde a las suposiciones y conocimientos? – para esto existe “de una manera adecuada”. ¿Corresponde a las concepciones de interlocutor? – más de costumbre. A la basura. “Justificado” – también.

    “Agradable”. Esta palabra también expresa un espectro ancho de los sentidos – un placer físico que no guarda relación con sexo o que guarda estrecha relación con el placer sexual, EP, PI – cualquier cosa, hacia la experimentación de qué una persona experimenta AP ahora mismo. “Desagradable” – también – a la basura.

    “Sentido” – a la basura. Si se trata del sentido de una palabra o una oración, entonces se puede decir “que significa”. “Sin sentido” – a la misma basura.

    Una posición particular es la eliminación de las combinaciones de palabras que son absurdas desde el punto de vista de la práctica, es decir, las que refuerzan una interpretación falsa. Cuando un hocico sigue utilizando tal locución en su lenguaje, entonces de este modo arrastra a sí mismo por la cola atrás al cenagal. A tales locuciones pertenecen:

    “Suscita EN”. Una frase típica: “su descortesía suscitó la irritación en mi”. Una variante del sustituto: “estuvo descortés y yo experimenté irritación”. O uno incluso más preciso: “estuvo descortés y yo quise y experimenté irritación”.

    “El FN se mantiene”. Una frase típica: “el FN se mantenía mucho tiempo”. A fin de cuentas resulta que yo no mantengo el FN, sino se mantiene “por si mismo” sin mi participación y yo sólo soy una víctima. Unas variantes del sustituto: “experimentaba el FN durante mucho tiempo”, o más precisamente: “quería experimentar durante mucho tiempo el FN y lo experimentaba”.

    “No me salió” [eliminar EN, etcétera]. Si no te salió, no acertaste a eliminar una EN, en la realidad significa que sólo no lo querías suficiente mucho y el deseo de experimentar la EN era más fuerte que el deseo de eliminarla. Un variante: “el deseo de experimentar la EN era más fuerte que el deseo de eliminarla”.

    02-02-05) considero que es racional distinguir cuatro etapas del logro de PI-Claridad (más adelante – sólo “Claridad” – voy a escribir con mayúscula para distinguirla de la claridad de la razón).

    1) La recordación

    2) El entrenamiento del razonamiento

    3) Las prácticas formales

    4) La integración en el comportamiento

    1) La recordación consiste en que un practicante conozca la información y la recuerde – por ejemplo, recuerde que se pueden distinguir cuatro etapas del logro de la claridad, cuáles son, qué prácticas formales existen, qué se denomina la integración en el comportamiento, etcétera.

    2) Se pueden leer las palabras sobre las que no existe la percepción de “yo”, se puede estar de acuerdo con ellas…y seguir viviendo igual que antes. La mayoría aplastante hace así – lee, se pone de acuerdo o no y sigue viviendo sin darse cuenta de que nada cambió en su vida. El entrenamiento del razonamiento contribuye al análisis profundo de esta cuestión. Es especialmente eficaz realizarlo con un practicante experimentado, cambiando las partes – uno defiende la concepción de “yo” existe”, el otro la desmienta. La participación de un practicante experimentado permite pasar esta etapa rápidamente, ya que a menudo la concepción considerada es tan fuertemente arraigada en la persona, que a ella no se ocurre estimar la cuestión por otro lado inesperado.

    3) Las prácticas formales refuerzan la claridad de la razón que apareció. Entre estas prácticas se encuentran:

    a) la repetición frecuente en voz alta durante muchas horas de una frase que expresa la claridad alcanzada.

    b) el volver a leer del curso de los razonamientos, su puesta en un estado bien estructurado y fácil para leer.

    c) en el caso con la concepción de “yo”, puede ser la práctica del dar las vueltas a las percepciones uno por uno y la fijación: “ésto es un pensamiento, no es un “yo”, etcétera.

    d) la práctica de la detención del alto diálogo interior refuerza el efecto – por ejemplo, se pone la tarea de detener por 5 segundos cualquier pensamiento alto durante una hora, se da 2-3 segundos para darse cuenta de que hay un pensamiento alto y 2 segundos más para detenerlo.

     

    4) Se puede lograr la claridad intermedia de la razón, pero seguir viviendo como si no exista, como si la concepción antigua sea soberana. Para que la claridad alcanzada penetrara muy profundamente al comportamiento, es deseable realizar unas prácticas especiales. Por ejemplo, si la claridad de la razón está lograda en que no existe tal conjunto de las percepciones a que denominamos “el pasado” y “el futuro”, entonces, se puede realizar la práctica del cambio de la seguridad en “el pasado”. Cuando estoy sentado en la tierra al lado de un lago, no existe la necesidad de mantener la seguridad en lo que cómo me llamo o en qué ciudad estoy, se puede eliminar los pensamientos con las palabras “ha sido” y “será”, se puede realizar el cambio cíclico de la seguridad – “estoy en Málaga” – “estoy en los Himalayas” con la fijación de la seguridad en ambas variantes. Cuando por efecto de los ejercicios del cambio cíclico de la seguridad revelas que la seguridad en el pensamiento de “estoy en Málaga” y la seguridad en el pensamiento de “estoy en el Himalaya” son iguales, revelarás que otras seguridades mecánicas (en la existencia de “yo”, de “el pasado”, etcétera) disminuirán suficiente y podrás dirigirlas según tu deseo. En el trabajo mantienes la seguridad en qué asuntos tendrás en el futuro o qué acuerdos has tenido en el pasado, ya que esto te permite lograr un resultado deseado. En una pradera al lado de un lago mantienes otra seguridad, que permite alcanzar las PI brillantes, la libertad de la concepción de “el pasado”, de las concepciones de “sucesión”, de “la gradación de los cambios” que se basan en ella, etcétera.

    Como el resultado de esta práctica de cuatro niveles aparecen los resplandores de la Claridad.