Probé a tener gratitud (por cualquier cosa) y a no tenerla, comparé estos dos estados y para mí la elección está muy clara – nunca más la tendré, y ahora (si es interesante) se puede decir cómo se puedo explicar.
Cuando una persona le agradece a alguien por algo, se basa en el argumento de “alguien hizo algo por él”, precisamente por él y no para sí mismo. Cuando le escribo a alguien una carta, le toco las piernas a una chica, escribo mi libro o explico a alguien lo que no entiende, lo hago porque estas acciones me traen alegría, así que agradecerme significa equivocarse porque creen que lo hago en contra de mis deseos alegres. Porque precisamente así pasa con la gente ordinaria – uno cede su asiento en el autobús – recibió gratitud porque él mismo quería estar sentado pero funcionó la concepción que decía que hay que ceder el asiento a la gente mayor – se levantó o sea hizo algo en perjuicio de sus deseos, de recibir el placer, se sentía incómodo, tenía angustia, cansancio, y al mismo tiempo la satisfacción porque observó las reglas y alguien estaba orgulloso de él, es decir, experimentó las PI que eran reflejos de las EN correspondientes.
Si llamo a una putita y la follo ¿mereceré la gratitud? No, porque hice lo que quería, lo que me gustaba. Por eso afirmo que cuando le agradeces a una persona, primero, crees que los deseos de esa persona son convencionales a la concepción o al afán de tu relación positiva hacia él, se vendieron a sus deseos alegres que no son convencionales a ninguna concepción. Segundo, sentirás el sentimiento de la culpabilidad inevitable porque él se esforzó por ti, además tendrás la satisfacción de que eres una persona importante, porque alguien hace algo por ti.
Creo que si alguien hace por mí algo – no lo hace por mí, se esfuerza por él mismo porque recibe placer de lo que está haciendo. Y si no recibe placer, le aconsejaría no hacerlo si tuviera simpatía hacia esta persona, y no le daría ningún consejo si no me interesara.
Además cuando agradecen, cuentan con la relación positiva mutua, o cuentan con la ayuda de la respuesta o sea estamos hablando de las relaciones puramente de mercado.
Así que resulta que cuando le agradeces a alguien por algo, con este hecho tú:
1) afirmas que una persona que te ayudó, lo hizo porque sus deseos tenebrosos habían vencido a los deseos alegres.
2) afirmas que no te importa (en el caso contrario le aconsejarías no hacerlo sino estudiar las concepciones)
3) tienes un sentimiento de culpabilidad
4) experimentas las EP porque eres muy “bueno” o sea te entablas a ti mismo aun más profundamente en las concepciones.
5) cuentas con que te deberá algo por tu gratitud.