«El Miedo de llegar tarde» se demuestra así: te ocupas de la eliminación de las EN o desmontas las concepciones, y ves que otros que practican discuten la manifestación de las PI, los aspectos de la práctica en los sueños reconocidos, etc., y aparece un miedo espasmódico de tardar, el miedo de caerse del chorro común, ser el que atrasa, poco interesante para los demás.
Si alguien ya puede experimentar las PI y tú estás obligada a ocuparte de la eliminación de las EN y la diseminación de las concepciones, esto no significa que uno está detrás, y el otro delante. Incluso el que tiene la experiencia de las PI extáticas volverá más de una vez para «atrás» para limpiar las tenebrosidades no eliminadas. La etapa cuando el regreso a las tenebrosidades es imposible ya, será atravesada solamente cuando el que practica pasará en el estado de la percepción permanente de las PI.
La inquietud acerca del atraso sólo retira la atención de los problemas interesantes, estorba a la manifestación de las PI. Cuando se demuestran las PI, el tiempo se extiende mucho. En una semana puedes sobrevivir tanto, cuanto antes sobreviviste durante un año, y entonces para ti se hace aun más claro que ni tiene sentido hablar del atraso.
Si te ocupas de algo muy interesante, no hay inquietud del atraso. Cualquier cosa que hagas si esto es la realización del deseo alegre y se acompaña por propensión, anticipación, interés, te vas a sentirte constantemente que avanzas impetuosamente cuanto más intensiva sea tu práctica, tanto más intensivo sea este sentimiento.
Si el miedo del retraso surge cuando estás sumergido en las EN y en las acciones mecánicas, en este caso es la manifestación de la aspiración a las PI. Este miedo se difiere esencialmente de la inquietud mecánica, ya que es activo, no aplasta, y despierta, provoca los deseos de liberarse de las tenebrosidades.